miércoles, octubre 15, 2008

VACACIONES EN ROMA

Sí, soy como un muñeco grande llorando en el suelo, triste y abatido. Me quedo mirando un rato el suelo y arrugo los ojos mientras hago muecas de un dolor sin corazón.

Sé que tengo que sacar algo de dentro pero no lo encuentro, y eso me pone muy triste.

Yo una vez tuve un hermoso Sol dentro ¿ Por qué se me apagó?

¿Por qué me duele tanto estar vivo?

Hay algo en mi que me dice que debería huir de todo y empezar de nuevo algo que desconozco.

-¿No puedes meterte de nuevo en la vagina de tu madre?

- No, no lo creo.

-¿De dónde sales?

-De un suspiro.

-¿Qué eres?

-Una utopía.

-¿No existes?

-Si no existiera no podrías verme.

-Manolo despierta maldita sea, vas a llegar tarde.

-¿Tarde? ¿A qué madre?... Déjame soñar un poco más, todavía no ha llegado la hecatombe.

-¿Te llamas Manolo?

-Si

-Oye esto más que una conversación con un peluche parece una sesión de ouija.

-Piensas mucho Manolo.

-Sí demasiado.

-Lo puedes pasar mal.

-¿Por qué?

-Por si te confundes y te mueres, ¿me explico?

-¿Pero la ignorancia es química?

-No lo sé.

-Pero a ver, imaginate que estas en una jungla o algo y estas en bolas y te comen los testículos unos monos salvajes.


-No sé a dónde quieres ir a parar.

-Es muy sencillo, si quieres te dejo mi piano.



Había una vez un hombrecito muy pequeño que quería volar…

Es broma

Había una vez un hombrecito muy pequeño que sabía volar.