Hoy toca reivindicarse un poco.
Estoy segura de que la mayoría de personas se habrán dado cuenta de estas cosas.
Empecemos:
Noticia
Un internauta paga 40.100 dólares por la cita que subastaba Scarlett Johansson con fines benéficos. ( Scarlett y otros famosos pertenecen a distintas organizaciones benéficas)
- Está de puta madre subastar un espacio entre una estrella de cine que está muy buena, seguratas, seguratas seguratas y un pringao que en vez de donar ese dinero directamente lo dona a cambio de imaginar que ese olor proviene del miembro íntimo de nuestra amiga Scarlett.
Siguiendo con estas incongruencias de la vida misma, añado dos aspectos que estoy harta de ver. Me refiero a la distancia abismal que hay entre el significado de alimentación y vestimenta, entre unos lugares y otros.
Mientras en países desarrollados exhiben miles de recetas de cómo preparar una bichisua con una fina lamina de berberecho confitado, en otros países exhiben sus cuerpos inflados consecuencia de su desnutrición.
Por otro lado está la vestimenta. Pasarelas de moda, tendencias, accesorios... rigen la forma de vestir, y por lo tanto, presentan un nivel de vida semejante a la felicidad. Esta gente escoge firmas de moda, porque resisten al agua, al fuego y al folklore. En cambio, en otros países, esta costumbre brilla por su ausencia y se han de conformar con ir con retales, harapos, incluso semi desnudos. Seguramente en el "Tercer Mundo" sueñan con poder llevar un Versasco, un Moschito, un Armario, un Burburro... y parecer que pertenecen a algo lejos de las sombras dónde sobreviven.
-Menos mal que tenemos a Scarletts vestidas de firmas importantes ideando en el restaurante del Hotel Rich Garden como conseguir fondos para acabar con la pobreza.
Una ayuda es una ayuda. Aunque creo que la solidaridad no diferencia entre estrellas de cine y la gente de a pie. Las personas famosas creen erróneamente que por su condición será más fácil conseguir fondos para ayudar, pero conozco a tanta gente anónima que lucha directamente contra las desigualdades... Pero ellos/as no salen en los periódicos, ni les van a poner una alfombra roja, ni siquiera sabemos sus nombres, ni su talla de sujetador, nadie pagaría por pasar una noche con ellos/as... excepto quizá las personas que han sido apoyadas por ellos/as.
No nos equivoquemos, la beneficencia donada desde el otro extremo de condición, es caridad, no humanidad.
Dar cuando te sobra no significa darlo con el corazón, sinó con la razón.
Las personas anónimas se quedan a dormir junto a los desamparados, las Scarletts vuelven a su pisito acomodado, con sus vestiditos de firma y toda clase de lujos.
Gracias gente anónima, os doy las gracias mientras visualizo a las personas felices de adquirir la donación del enamorado.
